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lunes, 14 de abril de 2014

Top 10: Grandes Primera Bases de la Historia (parte I)



Retomaremos en esta semana santa nuestro top 10 deos mejores en la historia del béisbol posición por posición. Aunque hay que hacer una acotación que me parece bastante importante: si bien el top es titulado como de “los mejores en la historia”, no nos restringimos únicamente al béisbol de las Grandes Ligas, a veces incluimos en la lista jugadores cuyas carreras transcurrieron en América Latina, Japón o en las Ligas Negras porque consideramos que su impacto fue tal que bien merecen ser dados a conocer a todos nuestros visitantes.

Ya hemos recorrido los diez mejores en cuanto a los lanzadores derechos (escogimos a Christy Mathewson como el número uno), también en los pitchers zurdos (Randy Johnson), en los relevistas (Hoyt Wilhelm) y los receptores (Johnny Bench), ahora es el turno de los inicialistas, pero no los distraigo más, heaquí nuestro top 10 de los mejores primera bases de todos los tiempos, desde nuestro punto de vista:


Menciones Especiales

Eddie Murray, líder en juegos jugados para un primera base, además es uno de cuatro jugadores en sumar 3000 hits y 500 jonrones



Hank Greenberg, perdio cuatro años debido a la guerra, en una ocasión bateó 58 jonrones y posee la marca de más impulsadas en la Americana por un pitcher derecho con 183 remolques y fue el primero con temporadas de al menos 25 jonrones en cada liga. 



Frank Thomas, recientemente exaltado al Salón de la fama, sus primeros diez años fueron excepcionales. 


Jim Thome, sus 612 jonrones, son la mayor cantidad para un primera base


Rafael Palmeiro, con tres guantes de oro y 3000 hits y mas de 500 jonrones habrían rankeado más alto, pero ya ustedes saben el resto. 




Willie McCovey, apodado el más "escalofriante bateador del béisbol en su era", misma que incluyó a Hank Aaron, Willie Mays, Stan Musial y Roberto Clemente.




Buck Leonard,el mejor primera base en la historia de las Ligas negras.  




10. Héctor Espino

Quizás me llamarán loco, ¿Cómo me atrevo a incluir a alguien que nunca enfrentó un pitcheo a la altura de las Grandes Ligas? ¿Cómo incluir a alguien que nunca estuvo en el máximo nivel del béisbol? Admito que tal vez es un exabrupto lo que estoy haciendo, pero la vida y la carrera de Héctor Espino bien merecen una echada de ojo  de parte de todos los amantes del béisbol.

 A nivel de béisbol profesional, en el mundo, Héctor Espino es segundo en jonrones, solo superado por Sadaharu Oh. En total, tras su pasantía en las menores de los Estados Unidos y las Ligas mexicanas del verano y el pacífico, Espino sacó 783 cuadrangulares. Capaz de batear tanto para poder como para promedio, el Supermán de Chihuahua ganó 13 títulos de bateo en la Liga del Pacífico, fue seis veces más valioso, lideró la liga en  impulsadas siete veces, seis veces en jonrones, once veces en slugging, fue más valioso de la liga en seis oportunidades y ganó la Triple Corona tres veces. Es líder vitalicio de jonrones del Pacífico y de la pelota mundial de invierno con 299 cuadrangulares y además domina las impulsadas también con 1097 y es líder de bateo en la LMP con .329. en 18 de sus 24 temporadas bateó por encima de .300, doce de forma seguida y en dos ocasiones bateó sobre los .400, incluyendo el récord de la liga con .415  



En la pelota de verano, sacó 453 cuadrangulares, el cual por mucho tiempo fue la marca de la liga en todos los tiempos. Fue también Campeón Bate cinco veces, de jonrones en cuatro oportunidades  y terminó su carrera 1573 impulsadas, 2752 imparables, que sumados a los 1824 en la Liga del Pacífico, suman 4325 a nivel profesional, más que cualquier otro pelotero (por supuesto, ninguna otra estrella del máximo nivel jugaba los doce meses del año). Nunca llegó a Grandes Ligas, pero dejó una marca indeleble en todo un continente,  para nosotros es suficiente para incluirlo en nuestro top. 



9. Harmon Killebrew



Apodado “The Killer”, por un juego de palabras con su apellido, a los 31 años acumulaba 380 cuadrangulares, más que los que Babe Ruth tenía a esa misma edad y proyectaba con tener más cuadrangulares que el Bambino, pero una lesión en la espalda acortó sus fuerzas y por ende, bajó su ritmo y Killebrew terminó con 573 jonrones, lo cual al momento de su retiro representaba la segunda mayor cantidad en la Liga Americana, pero la primera para un  bateador derecho.

En 21 de sus 22 años de carrera, Killebrew jugó para la franquicia de los Twins de Minnesota, incluso cuando estos eran los Senadores de Washington, y en su última temporada jugó para los  Reales de Kansas City, en 1975 y en 1984 fue exaltado al Salón de la Fama. Dominó con su poder la liga Americana en la década de los 60, bateando 40 jonrones en ocho temporadas durante ese lapso, conquistando seis campeonatos de jonrones y tres de impulsadas, siendo su mejor temporada la de 1969 cuando ganó el MVP producto de 49 jonrones y 140 impulsadas. En once ocasiones fue elegido al Juego de las Estrellas.

A pesar de no ser muy alto para un bateador de poder, Killebrew contaba con mucha fuerza en la parte superior del cuerpo y manos rápidas en el swing que no solo le permitió sacar jonrones con frecuencia sino que también las mandaba a volar lejos, siendo su más largo cuadrangular medido en 520 pies, también botó una pelota por encima del techo del leftfield del viejo Tiger Stadium.

A pesar de su apodo,  “The Killer” (el asesino), Killebrew era una persona amable, educada y tranquila y cuando le preguntaron si tenía un pasatiempo aparte del béisbol respondió: “supongo que fregar platos”. Era mormón y no fumaba ni bebía y dejó el mundo el pasado 17 de mayo de 2011 producto de un feroz cáncer de esófago. 


8. Johnny Mize


El “Big cat” original,  rankea octavo en nuestro lista, a pesar del olvido en el que ha caído en los últimos años. No dejó números espectaculares, pero eso se debió a una carrera acortada por el servicio militar, sin embargo su dominio y contundencia sobre  sus contemporáneos es lo que lo ha metido en  nuestro ranking.

Mize comenzó su carrera con los Cardenales de San Luis a mediados de los treinta, la misma época en la que otros inicialistas como Hank Greenberg, Jimmie Foxx y Lou Gehrig estaban haciendo estragos, razón por la cual ha sido un poco olvidado.  Su apodo se debía a su altura más que a su habilidad defensiva, la cual no era muy buena, y terminó su carrera de quince años con solo 389 jonrones, pero recordando siempre que entre los 30 y los 32 años, Mize estaba en la Guerra, pudiendo haber terminado con 450 o 460 jonrones.

Pero Mize no era solo poder, también bateaba para promedio y hacia todas las direcciones del campo, terminando su carrera con promedio de .312 y bateando .300 en los primeros nueve años de su carrera, incluido un campeonato de bateo que vino en 1939 cuando bateó .349 además de liderar la liga en jonrones con 28. Lideró la liga en jonrones cuatro veces: en 1940 bateó 43 jonrones, récord para la  franquicia de San Luis, que solo fue roto por Mark McGwire en 1998, en 1947 lideró la liga con 51, siendo esa temporada la única vez en la que un  bateador ha sacado más de cincuenta jonrones y ponchado menos de cincuenta ocasiones, pues en adición a sus 51 jonrones, Mize solo se ponchó en 42 ocasiones, y en solo una vez en su carrera se ponchó más de 50 veces, en total, en 7.370 apariciones al plato, solo se ponchó 524 veces, un ponche cada 14,06 apariciones al plato.


En 1981 el Comité de Veteranos eligió a Mize para el Salón de la Fama. El 2 de junio de 1993 falleció a los ochenta años. 



7. Adrián Anson 



Para muchos, una locura poner un racista en la lista. Pero, cuando revisamos la carrera del mejor
jugador del siglo 19, su lugar en la historia está justificado. La carrera de Cap Anson abarcó 27 temporadas, una cantidad alta para nuestros estándares de hoy, mucho más impresionante para los días de Anson.

Su debut se produjo en el año 1871, para los Rockford Forest City, en un equipo y una liga que ya no existen. Ya en su segunda temporada, con los Atléticos de Philadelphia de la National Association, Anson bateó para .415, tercero mejor de la liga y ya se consolidaba como una estrella que pasaba su tiempo entre tercera y primera. En 1876 debuta en la Nacional con el equipo de toda su vida: los Chicago White Stockings, hoy los Cubs, franquicia donde Anson es líder en varios departamentos ofensivos. En la década de 1880 bajo su dirección los Cubs fueron la fuerza dominante de la liga Nacional  ganando cuatro campeonatos. Anson fue uno de los primeros managers en usar el bateo y corrido, el uso de coaches en primera y tercera y fue uno de los iniciadores de la práctica del spring training.


Como jugador, el principal atributo de Anson fue el bateo, consiguiendo dos campeonatos de bateo y pudiendo adaptarse con total éxito a todos los cambios en las reglas de pitcheo en ese tiempo: la distancia, el conteo de bolas y strikes, cambio del estilo por debajo del brazo a por encima del brazo, uso de bates planos u ovalados, etc., Anson tenía tanta  fuerza que aunque solo en una ocasión logró doble dígitos de jonrones, se decía que no hacía swing completo, le era suficiente hacer medio swing para sacar líneas tendidas por todo el campo, además tenía gran ojo, acumulando tres temporadas de un solo ponche, tres de dos y dos de tres.


Aunque no se usaba la estadísitca de impulsadas aun en tiempos de Anson, una investigación estadística ha determinado que Anson lideró la liga en remolcadas en ocho ocasiones y terminó con 2075 remolcadas, solo superado por Babe Ruth y Hank Aaron, impresionante ya que Anson solo promedió 91,43 juegos por temporada. En sus veinte primeras temporadas en las mayores Anson bateó .300 y ya para 1886 lideraba la mayoría de los departamentos ofensivos en las mayores. Anson también fue el primero con 3.000 hits. 



6. George Sisler



El mejor primera base de las primeras tres décadas del siglo 20, poseía cualidades que no necesariamente se buscan en un primera base, siendo así que en 1918, en apenas su tercera temporada, la prensa nacional lo llamó el “Próximo Ty Cobb”. Sisler fue el mejor jugador en la historia de los Browns de San Luis.

George Sisler fue un excelente bateador de contacto, un gran corredor de bases y poseedor de un guante excepcional, lo que valió ser probado también en segunda y en tercera, a pesar de su condición de zurdo. Su average vitalicio de .340 es décimosexto en la historia del juego, en nueve temporadas seguidas bateó sobre .300, incluyendo dos temporadas por encima de los .400, siendo uno de dos bateadores (el otro fue Ty Cobb) en la Liga Americana en batear para .400 en dos ocasiones. La temporada de 1920 fue la mejor para Sisler, ganó el campeonato de bateo con promedio de .402 y conectó 257 hits, la marca para una temporada que se mantuvo en pie hasta que Ichiro Suzuki la rompió en 2004. En 1922 Sisler volvió a ganar el campeonato de bateo con astronómico promedio de .420, la tercera mayor marca en el béisbol moderno, además lideró la liga en hits con 246, estafadas con 51 y triples con 18, siendo una de las temporadas más completas para bateador alguno en la historia de las mayores y fue seleccionado como el primer jugador en la historia de la Liga Americana en ganar el premio MVP.

A partir de 1923 la carrera de Sisler cambiaría para siempre, una infección de sinus lo alejó de las mayores por toda la temporada y lo condenó a sufrir de fuertes dolores de cabeza y doble visión por lo que su coordinación ojo-mano se vio severamente afectada lo que sumado al stress que representaba ser manager, cargo que ocupó a partir de 1924, redujo sus promedios a niveles dramáticos. En 1926 dejó el cargo de manager y en 1927 bateó nuevamente por encima de trescientos, con más de doscientos hits en la temporada. Sus últimas dos campañas fueron con los Medias Rojas de Boston, bateando por encima de .300  en ambas.

En los años cuarenta, y trabajando como coach de los Dodgers de Brooklyn, Sisler descubrió y recomendó la contratación de Jackie Robinson para el equipo grande. En 1961 como parte de los Piratas, Sisler le recomendó a Roberto Clemente el uso de un bate más pesado, como consecuencia el boricua ganaría el campeonato de bateo ese año. 


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