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viernes, 1 de marzo de 2013
Line Up Japones de todos los tiempos
No
es loco asumir que siendo la segunda potencia mundial del béisbol Japón ha
producido una larga lista de peloteros legendarios que por sus logros, bien
podría discutirse si merecen o no, un puesto en el Salón de la Fama de
Cooperstown. La larga lista va desde Eiji Sawamura, la primera estrella del
béisbol japonés hasta Yu Darvish, la más reciente de todas. En el presente
artículo vamos a darles a conocer algunas de las figuras japonesas que han
destacado en este deporte, tanto en las Grandes Ligas, como en la liga local.
A la
fecha han sido 43 los japoneses que han llegado a las Grandes Ligas, el primero
de ellos fue en 1963, cuando el jovencito de apenas diecinueve años, Masanori Murakami entró a
relevar por su equipo, los Gigantes de San Francisco. La estadía de Murakami en
las mayores se extendió desde junio de 1963 hasta septiembre de 1964, ya que
regresó a Japón debido a que no estaba satisfecho con su salario. En dos
campañas en las mayores, como relevista, Murakami dejó récord de 5-1 con 3.43
de efectividad y 100 ponches.
Pero
su carrera no terminó ahí, sino que regresó a su país, donde fue
figura de los Nankai Hawks por ocho años, luego lanzo con los Tigres por una
campaña y estuvo en seis con los Fighters. Después de su regreso de Estados
Unidos, Murakami no lanzó muy bien, pero se recuperó en 1968 ganando 18
compromisos esa campaña y siendo parte del equipo campeón de los Nankai Hawks en 1973
(campeones del pacífico). Su récord en Japón fue de 103 victorias con 81
derrotas, 30 salvados y 3.64 de efectividad.
Murakami
era un zurdo que dependía de sus pitcheos quebrados, lanzaba una buena curva y
un buen cambio, su mejor pitcheo era una filosa screwball. Su recta apenas si
alcanzaba las 80 millas.
Al
día de hoy muchos japoneses han llegado a las Grandes Ligas, entre ellos:
Hideki Matsui, Akinori Iwamura, Kosuke Fukudome, Hideki Irabu, Kazuo Matsui, Hideki
Irabu, Hiroki Kuroda, Koji Uehara, Norichika Aoki, Yu Darvish, Tadashi Saito y
un largo etcétera.
Sin
embargo, la era de oro del béisbol japonés fue desde finales de los cincuenta
hasta inicios de los setenta, época en la cuales surgieron jugadores que debido
a las presiones de sus equipos en Japón no pudieron llegar a Grandes Ligas,
pero que que el día de hoy, con la información al alcance de nuestras manos,
muchos analistas han llegado hasta decir que muchos de ellos pudieron haber
llegado a Cooperstown. Yo mismo me tomé el atrevimiento de diseñar un line up
de todos los tiempos, con los mejores jugadores que ha producido Japón. He aquí
mi equipo:
Rotación abridora
Víctor Starffin
Nacido
en Japón de Padres rusos, Starffin es para muchos el mejor pitcher que ha
pasado por la Liga Japonesa de Béisbol. Solo sabemos de él que nació en mayo de
1916 en Rusia y cuando la revolución estalló, su padre que era funcionario del
gobierno caído, debió dejar el país y contrario al resto de sus compatriotas
que huyeron hacia Europa o América, el huyó a Japón, donde Víctor desde su
tierna infancia, conservando ambas nacionalidades y ganándose el apodo de “El
Japonés de Ojos Azules”.
Starffin |
La
vida de Starffin es fascinante. En la guerra fue diplomático debido a su
condición de políglota, ya que hablaba a la perfección tres idiomas. Starffin
era un hombre muy culto quien por amor a su familia debió jugar béisbol ya que
su padre estaba en peligro de ser deportado cuando el estaba a punto de
ingresar a la universidad y los dueños del Yomiuri amenazaban con entregar al
padre de Starffin si este no aceptaba jugar para el equipo. Después de retirado
Starffin trabajo como presentador de televisión. Era una persona extremadamente
solitaria y triste, silenciosa; cuando retirado le preguntararon que pensaba de
todos sus logros, Starffin solo dijo: “Solo sé que me siento muy solo, muy
triste”. Se suicidó a los 40 años, estrellando su auto contra un tren.
Starffin
pasó los primeros nueve años de su carrera con los Yomiuri Giants, implantando
récord de victorias en la Liga en 1939 cuando consiguió 42 victorias algo
impresionante considerando que la liga solo tenía 130 partidos por equipo. En
1938 ganó la Triple Corona de Pitcheo, en su carrera logró hivanar una
seguidilla de 18 juegos seguidos con victorias, 350 juegos completos, tres
temporadas con mas de 30 triunfos, un no
hit no run, fue dos veces Mas Valioso y en 19 años de carrera en Japón dejó la
minúscula efectividad de 2.09, dejando marca de 303-176, siendo el primero con
300 lauros en Japón.
Tambien
militó para las Ballenas de Taiyo y los Mainichi Orions.
Paul
Gillespie, bloggero de from deep rightfield, y quien nos asesoró en este trabajo, rankea a Starffin entre los 40
mejores lanzadores de todos los tiempos.
Masaichi Kaneda
Kaneda
ya apareció en nuestra lista de leyendas coreanas de todos los tiempos, debido
a que sus padres eran coreanos y el poseyó ambas nacionalidades. Para que no
tengas que buscar nuestro trabajo sobre Corea, aquí copio lo que escribi sobre
el:
Masaichi
Kaneda es probablemente el mejor lanzador zurdo de todos los tiempos.
Estableció récords en el béisbol profesional que nunca serán rotos. Kaneda
debuto en el profesional con los Kokutetsu Swallows en 1950 y se retiro con los
Gigantes de Yomiuri en 1969, ingreso al Salón de la Fama Japonés en 1988 y dejó
marca de 400-298, con 2.34 de efectividad y 4490 ponches.
Kaneda
desarrolló una recta muy veloz (estimada en 100 millas) la cual además también
venía con movimiento, poseyó una recta de cuatro costuras entre las 94-96
millas por hora y desarrolló un pitcheo que se denomino en su tiempo como
“curva caída” y ahora la conocemos como la slurve, la cual sobre-usó,
causándole lesiones. El cambio también era parte de su repertorio.
A
los 17 años Kaneda firmó con los Swallows y aunque tenía problemas con el
control, mejoró bastante, terminando su carrera como el pitcher mas ganador en
la historia de la Liga Japonesa: 400 victorias, además acumuló 82 blanqueos,
segundo de todos los tiempos en Japón.
Durante
los 14 años de su estadía con los Swallows, Kaneda acumuló el 45% de las
victorias de su equipo, el más débil en la historia del béisbol japonés. Kaneda
sufrio del apoyo ofensivo mas bajo de cualquier pitcher japonés, perdió más de
20 juegos por 6 temporadas, debido a que su equipo no bateaba, aun así en 1951
lanzó un no hitter y en 1957 un juego perfecto.
Kaneda
ganó al menos 20 juegos en 14 campañas seguidas, incluyendo dos campañas de 30
victorias, ganándose el apodo de “El Emperador”. Kaneda acumuló 10 títulos de ponches,
estableciendo record de 350 ponches en 1955, en una campaña de solo 130 juegos.
En 1958 Kaneda estableció récord mundial de 64.1 innings sin permitir carreras.
En
1965 Kaneda quedó libre y llegó a los Gigantes de Yomiuri, con quienes se
retiro en 1969, formando parte de la gran dinastía que ganó 9 campeonatos de
Japón de manera seguida. Su número 34 fue retirado por los Gigantes. Kaneda
mantiene récord de 365 juegos completos en la pelota japonesa y gano 3 premios
Sawamura (el Cy Young de Japón).
Eiji Sawamura
Cuando
un equipo de estrellas de Grandes Ligas, visitó Japón en 1934, uno de los
momentos mas recordados fue cuando un joven de 17 años poncho de forma
consecutiva a Charlie Gahringer, Babe Ruth, Lou Gehrig y Jimmie Foxx, pero
perdió aquel juego 1 carrera por 0. Ese joven era Eiji Sawamura, la primera
gran estrella del béisbol de su país, quien con frecuencia es llamado el “Cy
Young Japonés”.
Sawamura
llegó al profesional con los Gigantes de Yomiuri, donde fue el uno de la
rotación cuyo 2 era Victor Starffin. Sawamura era un pitcher muy complete, tenía
una recta considerada excelente, entre las 90-95 millas por hora, una curva
como la de Bert Blyleven y un circle change, poseía un excelente comando,
alabado por Connie Mack, quien intentó llevárselo para los Atléticos, para
Sawamura rechazó la oferta. Los Piratas también intentaron llevarse a Sawamura,
sin éxito.
El
mejor año de Sawamura fue sin duda el de 1937, cuando ganó 33 y perdió 17,
además de lanzar los primeros dos no hit no runs en la historia del béisbol
japonés. Su efectividad fue de solo 1.83, ganándose la Triple Corona. Luego fue
a la Guerra, regresando al béisbol en 1930 con una lesión en el hombro que
afectó su trabajo, aunque se las ingenio para lanzar su tercer no hit no run.
En 1944 Sawamura volvió a la Guerra muriendo en el hundimiento de su nave en
diciembre de ese año cuando solo contaba con 27 años.
En
su carrera ganó 63 y perdió 22, consiguiendo 554 ponches y dejando efectividad
de 1.74. Su número 14 fue retirado por los Gigantes en 1947, el mismo año que
se instauró el Premio Sawamura, el cual se entrega cada año al mejor lanzador
de Japón.
Kazuhisa Inao
Junto
con Starffin, Inao es mi lanzador japonés favorito de todos los tiempos. ¿La
razón? Creo que su carrera y vida es tan fascinante que merece una entrada
aparte, ahora me encargaré de presentar una breve semblanza de lo que fue la
misma.
La
grandeza de Inao era tal que los fanáticos acuñaron la frase: “Dios, Buda e
Inao”, en su carrera dejó marca de 276-137 con 1.98 de efectividad con 179
juegos completos y 2574 ponches.
Inao
era el menor de una familia pobre de 7 hijos. Cuando llego al profesional no lo
consideraban un gran prospecto, de hecho su manager lo puso a lanzar práctica
de bateo, pero el coach de pitcheo, descubrió el talento de Inao dejándolo
lanzar el dia inaugural de la campaña, Inao lanzo blanqueo y gano ocho juegos
de manera seguida, terminando la temporada con 21-6 y 1.02 de efectividad, un
récord que no ha sido roto. Por supuesto fue novato del año.
En
1957 Inao siguió brillando, estableciendo marca de la Liga del Pacífico con 38
victorias, incluyendo una racha de 20 victorias seguidas incluyendo diez completos,
siendo seleccionado como MVP. Inao era conocido como el “Hombre del brazo de hierro” y eso lo
demostró esa campaña, en la que también lanzo en al menos otros 20 juegos como
relevista.
Por
cuatro campañas seguidas Inao ganó 30 juegos, por eso cuando en 1960 solo ganó
20 encuentros, se le considero como una debacle, pero al año siguiente se
recupero de manera épica, ganando 42 y perdiendo solo catorce, dejando
efectividad de 1.69, su número de victorias empato la marca para una temporada
de Víctor Starffin. Ese año completó 25 de sus 30 aperturas ponchando a 353,
ganando la mitad de los juegos de su equipo ese año, los Nishitetsu Lions
quienes ganaron 82. La carrera de Inao tuvo su último gran año en 1963 con 28-16,
226 ponches y 24 juegos completos.
En
1964 Inao sufrió una lesión en el hombro
que acorto esa temporada para el y para su proceso de recuperación alguien, no
se sabe quien ni porque, decidio que Inao debería entrenar con una bola de
hierro en lugar de una bola de verdad. Eso no mejoró la situación, al contrario
la empeoró y arruinó la carrera de Inao, quien siguió siendo un gran pitcher
pero no el semidios que era antes. Murió en 2007 de cáncer.
Hideo Nomo
Nomo
no fue el primer japonés en las Grandes Ligas, pero sí fue el primero en brillar
y abrió las puertas para la entrada masiva de sus compatriotas al mejor béisbol
del mundo.
El
debut de Nomo en el profesional ocurrió en 1990 con los Bufalos de Kintetsu en
la Liga Japonesa, ponchando 287 en 235 innings. El éxito se le atribuía a su
poco ortodoxa mecánica de pitcheo y a su “tenedor” el cual era un pitcheo
difícil para lanzadores y catchers.
Nomo
se valió de un vacío en su contrato en Japón para anunciar su prematuro retiro
del béisbol japonés. Lo que no se sabía entonces era que Nomo se iba a Estados
Unidos, donde debutó en las mayores el 2 de mayo de 1995 con los Dodgers de los
Angeles, con quienes ganó el Novato del Año en aquella temporada, también abrió
el juego de las Estrellas y al año siguiente lanzó un no hit no run. Para 1997
su efectividad cayó, ya que los bateadores estaban empezando a ajustarse a su
estilo, Nomo ganó 14 y perdió 12 ese año, aunque ponchó nuevamente mas de 200.
Hideo
Nomo fue, como muchas estrellas japonesas que llegaron a las Grandes Ligas, una
estrella fugaz que con el tiempo se desvaneció, lo mismo pasó con Daisuke
Matzusaka, sin embargo el legado que deja Hideo Nomo no es mesurable con sus
números sino con lo que representó: nos permitió a los habitantes del mundo
occidental ver por primera vez un representante legítimo de la gran calidad de
béisbol que se juega en Japón, abriendo el camino a muchas figuras japonesas
que en el pasado se habrían mantenido como figuras desconocidas para el mundo
occidental, por eso lo elijo como el quinto en mi rotación japonesa de todos
los tiempos, no por sus números ni por el talento que mostró sino por lo que
simbolizo.
Catcher: Katsutya Nomura
A la
hora de elaborar un line up de todos los tiempos con figuras japonesas, Nomura
es una fija como receptor. Es simple, no hubo nadie mejor que el en esa
posición en la pelota nipona. También fue exitoso como manager.
Su
carrera abarcó cuatro décadas, comenzando en 1954 y terminando en 1980, cuando
se retiró a los 45 años. Nunca jugó una posición diferente a receptor, en la
cual fue el mejor con el guante y el bate.
Entre
los logros de Nomura se cuenta el ser el segundo en la lista de jonrones de
todos los tiempos en el béisbol japonés con 657, solo superado por Sadaharu Oh,
ese número también representa el récord mundial de jonrones para un receptor ya
que los números de Josh Gibson no están confirmados. Nomura también ganó nueve
títulos de jonrones en la Liga del Pacífico, ocho de ellos seguidos, aunque las
cortas dimensiones del parque de su equipo (276 por las rayas) ensombrecen ese
número. Tambien ganó 6 coronas consecutivas de impulsadas, siete en total. En
medio de todo eso ganó en 1965 la primer Triple Corona en la historia de la
liga al batear .320 con 42 jonrones y 110 remolcadas.
En
el plano defensivo podríamos decir que Nomura es el paladín de la resistencia
detrás del plato, 27 temporadas completas en esa posición, poseedor de la marca
mundial de juegos detrás del plato con 2918 y en una ocasión catchó completo
todos los juegos de su equipo, en un calendario que incluía 150 juegos, entre
ellos 16 dobles carteleras, además de otras cinco campañas en las que jugó como
receptor en todos los juegos de su equipo. Muchos afirman que Nomura no tenía
un gran brazo pero tenía un instinto único para saber cuando iban a salir a
robar y que eso le daba cierta ventaja para sacarlos fuera.
Entre
1970 y 1977 fue manager-jugador con el equipo de casi toda su carrera, los
Hawks (se retiraría con los Leones) y los llevó a dos series de Japón, luego
fue manager del Yakult llevándolo a tres campeonatos.
Primera base: Sadaharu Oh
Oh
no necesita presentación, es simplemente la figura del béisbol japonés mas
reconocida a nivel mundial por ser poseedor de uno de los récords más
asombrosos del béisbol, bateó en su carrera 868 jonrones, mas que cualquier
otro ser humano en el béisbol profesional, lo cual es el motivo de su fama de
este lado del mundo.
Oh
ayudó a construir junto a Shigeo Nagashima, la dinastía mas dominante en la
historia del béisbol, la de los Gigantes de Yomiuri que ganaron 9 títulos
nacionales en los sesenta y setenta. Su estrellato comenzó en la preparatoria,
lanzando un juego épico en el Campeonato Koshien en el que lanzó con una
ampolla sangrante en su mano de lanzar.
Una
vez en el profesional, a Sadaharu Oh le costó
explotar, su crecimiento fue lento y a base de trabajo duro y disciplina
logró convertirse en el mejor primera base de Japón y probablemente el mejor
bateador en la historia de la Liga.
Entre
sus logros, aparte del récord mundial de jonrones, podemos mencionar que entre
1963 y 1970 acumuló 8 temporadas consecutivas bateando sobre .300, entre los
que se incluye tres campeonatos de bateo, en total Oh tuvo trece temporadas con
más de .300 y cinco campeonatos de bateo. En quince ocasiones fue líder de
jonrones, lo que incluye trece de ellos de forma consecutiva, en dos temporadas
superó los cincuenta jonrones, incluyendo la temporada 1964 en la que bateó 55
jonrones, un récord para la pelota japonesa. También fue líder de impulsadas en
trece temporadas, incluyendo dos cadenas de temporadas seguidas como líder de
ese departamento: una de cuatro y otra de ocho. Oh también ganó la Triple
Corona de Bateo en dos ocasiones seguidas: 1973 (.355, 51, 114) y 1974 (.332,
49, 107). En adición, fue nueve veces seleccionado como MVP de la Liga Central
y ganó once anillos de Japan Series. A la defensiva, siempre fue considerado un
gran primera base ganando nueve Guantes de Oro.
Sadaharu
Oh es líder de todos los tiempos en Japón en anotadas con 1967, jonrones 868,
impulsadas 2170, boletos 2390, boletos intencionales 427, .OBP 446, slugging
.634 y OPS 1.080, sus 2786 hits son la tercera marca en la Liga.
Sustituto:
Tetsuharu Kawakami. Fue el primer gran
bateador en Japón, al punto de ser llamado “El Dios del Bateo”, en la temporada
de 1951 se ponchó solo seis veces, lo cual es un récord. Fue el manager de los
Gigantes que ganaron nueve campeonatos seguidos, por ende, manager de Oh y
Nagashima en su momento.
Segunda base: Shigeru Chiba
La
selección para el cuadro interior del infield no fue fácil, ya que a diferencia
de las esquinas, no hay claros candidatos que elegir. En honor a la justicia,
elijo a Shigeru Chiba como mi segunda base.
Fue
el segunda base estrella de los Gigantes en los primeros días del equipo,
liderado la liga cuatro veces en boletos y siendo elegido como el mejor segunda
base de la Liga en siete ocasiones. Siempre estuvo entre los mejores de la liga
en average, boletos y estafadas, era amante del “béisbol pequeño” y después de
su retiro fue manager.
En
su carrera Chiba bateó para .284 con 913 boletos en 1512 juegos, bateando 96
jonrones, 81 de ellos hacia la banda contraria. Chiba en su carrera vistió el
número 3 en su camiseta, la cual cedió en su retiro a un joven novato llamado
Shigeo Nagashima.
Tercera base: Shigeo Nagashima
El
“Señor Béisbol” como le dicen en Japón, es probablemente el pelotero japonés
mas completo que ha visto la historia. Toda una leyenda en su país, fue el
tercera base de los Gigantes campeones en nueve ocasiones consecutivas, siendo
el tercer bate del line up.
Mientras
que Katsuya Nomura e Isao Harimoto carecían de excelente defensiva, Ichiro es
un bateador de contacto, mas no de fuerza, Nagashima y Oh eran bateadores de
contacto, fuerza y con guante de oro, aunque a Nagashima se le atribuye cierta
noción de la pantomima, exagerando hasta el mas simple rolling Pero mientras a
Sadaharu Oh le tomó un tiempo explotar su talento beisbolístico, Nagashima
brilló desde el mismo momento en que su madre tejió un guante para el cuando
este tenía diez años.
En
1958, su temporada de novato Nagashima bateó 28 jonrones, récord para un
novato, bateó .305, siendo líder en impulsadas 92, anotadas 89 y dobles con 34,
indudablemente fue premiado como el Mas Valioso y el mejor tercera base de la
liga, premio este último que lo ganaría en todas sus temporadas. Al año
siguiente ganaría su primer campeonato de bateo con .305 de promedio, sería ese
el primero de seis coronas ofensivas, récord para la liga Central y a uno del
récord del Pacífico que comparten Inao e Ichiro. En 1960 establecio récord de 4
juegos seguidos dando triple y al año siguiente ganaría su primer MVP y su
último título de jonrones. Ese mismo año los Dodgers de los Angeles se lo iban
a llevar a las mayores, pero el dueño de los Gigantes lo impidió, siete años
luego los Indios intentarían lo mismo sin éxito. Nagashima se volvió tan famoso
que su matrimonio fue televisado a nivel nacional.
En
total Nagashima ganó cinco títulos de bateo, fue líder en hits en diez
oportunidades, algo que ni siquiera Ichiro logró. Fue líder en anotadas dos
ocasiones, de dobles en tres, de triples en dos, de impulsadas en cinco. Es el
décimo segundo en la lista de jonrones de todos los tiempos con 444, es octavo
en triples con 74, sexto en dobles con 418 y séptimo en hits con 2471.
Era
imposible elegir otro para la tercera base.
Sustitutos:
Futoshi Nakinishi: Nakanishi fue la
imagen representativa de los Lions por mucho tiempo. Fue un tercera base
slugger que por poco gana cuatro Triple Coronas de Bateo y que siempre rondaba
los .300 de average y los 30 cuadrangulares. Su carrera comenzó de manera impresionante, rompiendo todos los
récords para novatos, inclueyendo el jonrón mas largo en la historia de Japón,
un batazo que recorrió los quinientos veinte pies. A los 25 años una tendonitis
mermó considerablemente su rendimiento, impidiéndole dejar mejores números.
Sachio Kinugasa: Antesalista de los
Carp de Hiroshima, jugó 2215 juegos de manera seguida, que en ese entonces
rompió el récord de Lou Gehrig. Poseía un swing agresivo y fuerte, que le
permitió retirarse séptimo de todos los tiempos en jonrones tras 23 temporadas.
A Kinugasa lo llamaban “El Señor Consistencia”. No lo elegí en como mi tercera
base porque es segundo en bateo para doble play y tercero en ponches.
Shortstop: Chusuke Kizuka
Kizuka
fue un shortstop que combinó defensa y ofensiva. No era el mejor
defensivamente, tampoco era el mejor ofensivamente, pero el balance de ambos lo
hace probablemente la mejor selección a la hora de diseñar un equipo de todos
estrellas de Japón.
Asistió
a seis juegos de las Estrellas en su carrera. Después de una pasantía en la
Liga Industrial llegó con los Halcones de Nankai al profesional en 1948,
bateando .236, robándose 34 bases, aunque cometiendo 64 errores, y aun así fue seleccionado como el mejor
shortstop.
En
1950 Kizuka se poncho solo 19 veces y se robó 78 bases, con un porcentaje de
éxito de 90% y con 115 hits fue el mejor del Pacífico, aunque quedó octavo en
el departamento de average. Siguió su carrera siendo un buen bateador de
promedio, que se ponchaba poco y robaba mucho y con alto porcentaje de éxito,
pero cometía muchos errores a la defensiva, esto se debía a que cubría mas
terreno que ninguno, eso lo hacía ir a buscar batazos ya imposibles de capturar
y hacer tiros imprudentes. El éxito en estafas de Kizuka era tan importante
para su equipo que en la Japan Series de 1951, Kizuka se robó cuatro bases y
fue puesto out en 15 ocasiones y su equipo perdió ante los Gigantes.
En
1288 juegos en la NPB Kizuka bateó .262 y se robó 479 bases en 593 intentos,
con un porcentaje de éxito de 80%, pero como jugó en la primera etapa de la
Liga sus números fueron superados, quedando cuarto en estafadas de todos los
tiempos.
Sustitutos:
Yoshio Yoshida: Sin duda el mejor shortstop
defensivo en la historia de Japón. Toda su carrera la pasó con los Hanshin Tigers
y abarcó desde 1953 hasta 1969, y ganó con ellos una Japan Series y fue elegido
el mejor shorstop de la liga en nueve ocasiones. También fue manager del equipo
francés de béisbol.
Yasumitsu Toyoda:
Con 23
jonrones en 1953 con los Leones de Seibu (en aquel entonces “de Nishitetsu”)
Toyoda ganó el premio Novato del Año y comenzó lo que fue la carrera del mejor
shortstop ofensivo de la Liga Japonesa. La defensa de Toyoda era tan mala, que
uno de sus compañeros, un lanzador, trataba de hacer que los bateadores
mandaran la bola a cualquier lado, menos short. Finalmente Toyoda fue movido a
primera.
Jardín Izquierdo: Isao Harimoto
Isao
Harimoto apareció en nuestra reseña sobre estrellas coreanas debido a que sus
padres eran coreanos, así que reproduciré para ustedes, lo que escribí en ella:
Nació
durante la Segunda Guerra Mundial, en 1940 en Hiroshima. Cuando tenía cuatro
años, estaba una noche calentándose frente a una fogata y un camión frenó
repentinamente frente a la misma, el se asustó y cayó al fuego. El accidente le
causó graves quemaduras y la deformación de su mano derecha, le quedaron tres
dedos inútiles. Harimoto, derecho de nacimiento se vio obligado en convertirse
en zurdo. Durante su carrera tuvo que usar guantines y guantes especiales para
su mano, pero por obra y gracia de una divinidad, su defecto en la mano no le
impedía agarrar bien un bate.
Poco
después de este accidente, la bomba atómica es lanzada sobre Hiroshima. Su casa
quedaba detrás de una montaña y no pasó nada ni a el ni a sus padres, pero su
hermana, que trabajaba como enfermera en el centro de la ciudad, murió por el
impacto, su hermana tenía solo once años, la última vez que Isao la vio, ella
estaba irreconocible, achicharrada y convulsionaba. Haritmoto solo recuerda de
esa noche un resplandor de luz blanca. Poco después su padre murió de un ataque
del corazón, mientras se encontraba en Corea del Sur, a donde había regresado
debido a la guerra. Harimoto quedó en la vida solo con su madre, inmigrantes en
un país hostil hacia ellos. La madre de Harimoto lo mantuvo a base de vender
entrañas de cerdo asadas, en la calle. Isao se sentía muy triste y encontró en
el béisbol una forma de olvidarse de sus problemas.
Pasaba
todas las tardes, dando swing tras swing para adaptar su mano a la forma del
bate. Sus esfuerzos brindaron frutos: en 1959 debuto en el béisbol profesional,
con los Flyers de Toei, ganando el premio “Novato del Año”. Con el tiempo,
Harimoto se convirtió en el mejor bateador en la historia de Japón: poseía
habilidad para batear para promedio, paciencia, velocidad y poder. En su época
de escolar fue lanzador y outfield, pero una vez en el profesional se dedicó al
leftfielder.
Pasó
la mayor parte de su carrera con los Flyers (hoy Nippon Ham Fighters) con
quienes ganó el MVP en 1962, también la Japan Series y el Más Valioso de la
misma. Luego del Toei, Harimoto pasó los últimos años de su carrera entre los
Gigantes Yomiuri y los Orions de Lotte (Hoy Marines)
El
28 de mayo de 1980 Harimoto sacó su hit 3000: un jonrón, siendo el único
miembro de los 3000 hits en Japón. En su carrera dejó average de .319, bateó
mas de 300 por 16 años, siendo su tope el de .383 en 1970. Terminó con 3085
hits, 504 jonrones y 319 bases robadas, siendo junto a Willie Mays, los únicos
en la historia del béisbol profesional en alcanzar 3000 hits, 500 jonrones y
300 estafadas.
Harimoto
anotó 1676 carreras y fue a 18 juegos de Estrellas, ganó tres MVP y tuvo cinco
campañas con 30 jonrones, uno de sus récords mas asombrosos es de 251 juegos
con mas de 3 o mas hits y tuvo récord de 30 juegos seguidos dando hit, incluyendo
9 turnos dando hit. También alcanzo base en 15 apariciones al bate seguidas.
Harimoto
ganó 7 títulos de bateo, era recordado por tener un swing elegante y rápido.
Jardín Central: Hiroshi Ohshita
Ohshita
era conocido por una singularidad: usaba un bate azul. Su carrera comenzó luego
de la segunda guerra mundial y consiguió varios lideratos de jonrones.
En su
debut en 1946 con los Senadores (luego Ballenas) bateó 20 jonrones, un récord
para novatos en ese entonces y al año siguiente ganó el título de bateo y el
liderato de cuadrangulares. La admiración de la afición hacia Oshita comenzó a
crecer. Tetsuharu Kawakami, rival deportivo de Oshita usaba un bate rojo, por
lo que eran llamados “Bate Azul Oshita” y “Bate Rojo Kawakami”.
Oshita
fue líder bate y campeón jonronero nuevamente en 1950 y 1951, en esta última
campaña bateó .383, lo cual por mucho tiempo fue el récord de la liga. Oshita también
es el único en la historia de la Liga en irse de 7-7 en un juego.
Despues
de 1951 Oshita fue cambiado a los Leones de Seibu, con los que ganó el premio
MVP de 1954 con average de .321 y ganó la Liga del Pacífico con su equipo pero
perdieron la Japan Series ante los Dragones. Pero después los Leones ganaron
tres Series de Japan consecutivas desde 1956 hasta 1958 ante los Gigantes de
Yomiuri, siendo Oshita el MVP de la Serie en 1957.
Osita
se retiró en 1959 con 1667 hits en 1547 promediando mas de hit por juego, fue campeón
bate tres veces, campeón jonronero otras tres.
Sustituto:
Noboru Aota
Aota
llegó al profesional a los 17 años y debutó en 1942 con .355 de average en 42
juegos. En 1943 remolcó 42 carreras en 84 juegos en una era donde la producción
ofensiva era muy baja. Entre 1944-45 Aota estuvo alistado en el ejército pero
nunca combatió. En 1946 bateó .294 y se
robó 21 bases en 27 intentos.
En 1948
bateó .306 con 31 dobles, 25 jonrones y 99 impulsadas, solo le faltó ser líder
en remolcadas para ganar la Triple Corona. En total Aota ganó 5 coronas de
jonrones en la liga.
En su
carrera Aota bateó .278 con 265 jonrones y 1304 impulsadas. Al momento de su
retiro era líder de todos los tiempos en jonrones hasta que fue sobrepasado por
Oh. Fuera de juego, Aota era conocido por su afición a la bebida.
Jardín derecho: Ichiro Suzuki
No
hay duda de que el beisbolista japonés mas famoso en el mundo occidental es
Ichiro Suzuki, una estrella que ha brillado y sigue brillando en todos los
escenarios en los que se ha presentado. De no ser por su falta de poder, Ichiro
podría ser considerado el pelotero japonés mas completo de todos los tiempos. Nagashima,
Oh y Harimoto fueron muy buenos jugadores, pero nunca estuvieron en las Grandes
Ligas, este es un gran argumento que podría respaldar la postura de elegir a
Ichiro como el mejor pelotero japonés de todos los tiempos.
Ichiro
brilló primeramente en Japón, con los Blue Wave de Orix, aunque debutó en 1992
no fue sino hasta 1994 cuando completó su primera campaña, bateando 210 hits,
siendo el primero en la historia en batear 200 incogibles. Ese año ganó el
primero de sus siete títulos de bateo en Japón. En 1996 lideró su equipo hasta
ganarlo todo en la Japan Series. La temporada del 2000 fue su última en Japón,
de donde se retiró ganando los antes mencionados títulos de bateo, 3 premios
MVP, 7 guantes de oro, fue siete veces elegido como el mejor rightfielder de la
liga, un título de remolcadas y de jonrones.
En 2001
Ichiro llegó a los Estados Unidos con los Marineros de Seattle ganando los
premios de Novato del Año y el Mas Valioso. Entre muchos de los logros que ha
conseguido Ichiro destaca el haber sido el primero con diez temporadas seguidas
con mas de 200 jonrones, también ha asistido a diez juegos de estrellas, diez
guantes de oro, 3 bates de plata, 2 campeonatos de bateo y sus 262 hits en la
campaña 2004 constituyen un récord para las mayores. De seguro, veremos a
Ichiro en el Salón de la Fama.
Sustituto:
Hideki Matsui
Matsui
llega a las Grandes Ligas en 2003 debido a que los Yankees buscaban de Japón
alguien que pudiera convertirse en un segundo Ichiro Suzuki. Matsui e Ichiro
son las estrellas mas exitosas venidas de Japón en esta última década. Matsui también
tuvo una carrera exitosa en Japón con los Gigantes Yomiuri, asistiendo a 9
Juegos de Estrellas,3 anillos de Japan series, 3 MVP y en las Grandes Ligas fue
a dos juegos de estrallas y fue Mas Valioso de la Serie Mundial de 2009.
Designado: Hiromitsu Ochiai
Ochiai
era una máquina de bateo cuya posición original era la tercera base, también jugó
primera, pero nunca se le reconoció por ser un gran defensor, fue el bateo, la
base de su fama.
Ochiai,
a diferencia de muchos jugadores de Japón y de las Grandes Ligas no llegó al
profesional vía universidad, porque la dejó cuando tuvo diferencia con los
entrenadores acerca de los rigurosos entrenamientos. Después de abandonar la
universidad jugó en las Ligas Industriales y de ahí saltó al profesional con
los Lotte Orions.
Ochiai
no fue regular en Japón sino hasta que tuvo 28 años, debido a que los managers
lo castigaban por su rebeldía hacia los fuertes entrenamientos. En 1981 Ochiai
debutó bateando para .326 y en 1982 bateó para .325, terminando como líder en
hits con 150, dobles con 32, jonrones con 33 e impulsadas con 99 ganando la
Triple Corona de Bateo.
En 1985
Ochiai ganó su segunda Triple Corona con .367 de average, estableció récord de 146
impulsadas en una campaña con 118 anotadas y 52 jonrones, fue su cuarto
campeonato de bateo y el MVP. En 1986 bateó .360 como líder, 50 jonrones y 116
remolcadas, ganando su tercera Triple Corona. Las tres fueron predichas por el.
En otra ocasión, daremos mas detalles sobre la carrera de este gran bateador.
Agradecimientos especiales a Paul Gillespie, de www.fromdeeprightfield.com por la colaboración prestada para la elaboración de este trabajo.
Hasta la próxima
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Etiquetas:
Clasico Mundial,
Grandes del Béisbol
Venezolano, beisbolista frustrado y aspirante a escritor. Me gradué de Soñador Profesional en la Universidad de los Inútiles, actualmente realizo mi maestría en Persecusión de Ideales. Amante de los libros y el rock. Cuando no ando escribiendo, estoy pensando en lo que escribiré.
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