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martes, 17 de julio de 2012
Ty Cobb: el Anti-Héroe del Béisbol (Parte I)
Un
dia como hoy, 17 de julio, pero de 1961, hace cincuenta y un años, moría de
cáncer de próstata, en el Emory University Hospital de Georgia, el más
espectacular y dominante jugador de béisbol de todos los tiempos: Ty Cobb, el
durazno de Georgia.
Un
mes antes de su muerte, Cobb se registró en el hospital y llegó cargado con una
bolsa de papel que contenía un millón de dólares y una pistola. Finalmente, y
cargado ya de dolencias, Cobb se rindió a la triste verdad de que estaba
agonizando. Orgulloso, es quizás el adjetivo que mejor describía a Ty Cobb. Dos
años antes, en diciembre de 1959, Cobb fue diagnosticado con cáncer de
próstata, diabetes alta presión sanguínea y el “mal de Bright” un desorden degenerativo renal.
Cobb no confió en el primer diagnóstico y buscó una segunda opinión en su natal Georgia, con doctores que el conocía y éstos confirmaron el tumor cancerígeno en la próstata, el cual fue removido en el Hospital Emory, pero sirvió de poco para mejorar la salud de Cobb..
Cobb no confió en el primer diagnóstico y buscó una segunda opinión en su natal Georgia, con doctores que el conocía y éstos confirmaron el tumor cancerígeno en la próstata, el cual fue removido en el Hospital Emory, pero sirvió de poco para mejorar la salud de Cobb..
Al
servicio fúnebre de Ty Cobb asistieron aproximadamente ciento cincuenta amigos
y parientes; fue enterrado en el Mausoleo de la Familia Cobb en Royston. Las
únicas personalidades del béisbol presentes en esa ocasión fueron tres exjugadores: Ray Schalk, Mickey Cochrane
y Nap Rucker, junto a Sid Keener, el entonces director del Hall of Fame. A pesar de la poca concurrencia, los mensajes de
condolencia fueron numerosos. Entre los familiares que asistieron se contaban
su primera esposa, sus dos hijas, su único hijo sobreviviente: Jimmy, sus dos
nueros, su nuera, Mary Dunn Cobb y sus dos hijos.
Su
poco concurrido funeral contrastó fuertemente con el entierro de su máximo
rival en el campo de béisbol: Babe Ruth, quien fue llorado y llevado al
cementerio por multitudes en el año 1948.
Babe
Ruth no solo fue un gran bateador, fue también el hombre que revolucionó el
béisbol, lo salvó del descrédito en que había caído luego del escándalo de los
“Medias Negras” en 1919 y acabó con la era de la bola muerta, fue en todo el
sentido de la palabra el “Héroe Máximo” del Béisbol en toda su historia. Pero
como toda historia necesita de héroes y anti héroes, el béisbol necesitaba uno,
y ese rol lo asumió Ty Cobb, el más fiero, excéntrico y agresivo jugador que ha
pisado los campos de las mayores y quizás el mas inteligente y fiero competidor
dentro del terreno, sus habilidades como jugador eran extraordinarias y nadie podía
atreverse ni siquiera a negarlas, sin embargo su forma de actuar con sus
rivales, compañeros de equipo y hasta aficionados lo convirtieron en el hombre
más odiado del béisbol. Ty Cobb
dijo: “Yo era tan agradable como una patada en los testículos”
Su carrera en las mayores abarcó un período de
veintitrés años, en los cuales estableció cualquier cantidad de records, dominó
los departamentos ofensivos de la Liga Americana en casi todos los años en que
participó, fue el primer hombre en sobrepasar la barrera de los cuatro mil
hits, dejó para entonces el récord de más bases robadas, aun ostenta el récord
vitalicio para robos de home, ganó doce campeonatos de bateo (u once, de
acuerdo a algunas investigaciones)nueve de los cuales fueron consecutivos; en
todas sus 23 campañas, a excepción de su temporada de novato, bateó sobre
trescientos y en tres ocasiones bateó para más de 400, fue el segundo jugador
en ganar la triple corona de la Liga Americana, lo cual logró en 1909, además
de ser el único (y lo será por siempre) bateador en ganar un campeonato de
jonrones, sin sacar la pelota del parque, porque en ese año 1909, sus nueve
jonrones fueron dentro del terreno. Al momento de su retiro, está certificado
que Ty Cobb dejó establecidos 90 récords de las Grandes Ligas, muchos de los
cuales ya han sido sobrepasados, pero unos poco siguen vigentes, como por
ejemplo, el porcentaje de bateo más alto de todos los tiempos: 367, por delante
de los promedios de Roger Hornsby y de Shoeless Joe.
Cobb
nació el 18 de Diciembre de 1886, en Narrows, estado de Georgia, razón por la
cual fue llamado durante su carrera: Georgia’s
Peach, o el “durazno del Georgia”. Fue el mayor de tres hijos de William
Herschell Cobb, profesor de escuela, casado con la entonces adolescente de
quince años, Amanda Chitwood. Desde temprana edad, Ty desarrolló amor y talento
por el juego de béisbol y a los catorce años jugaba con el equipo amateur de
su localidad, una actividad que disgustaba mucho a su padre, quien soñaba que
el Tyrus tomara una carrera universitaria como medicina o derecho, y aunque el
joven Ty era muy inteligente, nunca gustó de sus estudios y siempre estaba
pensando en béisbol, y a este arte dedicó todo su genio, como por ejemplo: Ty
Cobb era naturalmente derecho, pero se hizo zurdo a la hora de tomar el bate,
porque en esa posición, estaba unos pasos mas cerca de la primera base, lo que
complementaba su velocidad y gracias a lo cual podía alcanzar la primera con
numerosos infield-hits, además de que esos pasos adicionales, siempre
resultaban decisivos en los extrabases ya que podían ser la diferencia de ser
out o safe en tercera cuando trataba de convertir un doble en triple.
A
pesar de no haber tomado el camino que su padre quería para el, Ty Cobb amaba,
respetaba e idealizaba a su padre, de quien llegó a decir:
“Mi padre fue el hombre mas grande que conocí. Era educado, senador estatal, editor y filósofo. Lo adoraba. Fue el único hombre que me hizo obedecer órdenes”.
Sin
duda alguna el padre de Cobb fue la persona más influyente en su vida.
Sus
comienzos como jugador
Los
primeros equipos semi-profesionales para los cuales jugó Cobb antes de su salto
a las Grandes Ligas, fueron los Royston Rompers (equipo de su localidad),
también los Rojos de Royston.
En
1904, el equipo de los Turistas de Augusta (equipo de la South Atlantic League)
invitó a Cobb a los entrenamientos, ofreciéndole la oportunidad de ganar 50 dólares mensuales. Esto fue para Ty un sueño hecho realidad,
por primer vez tenía la oportunidad de jugar béisbol profesional. Su padre
intentó detenerlo, pero al ver que su hijo se empeñaba en seguir su camino, lo
dejó ir.
Ty
Cobb hizo el equipo, pero lo dejaron ir a los dos días de haber iniciado la
campaña. Esto no lo desanimó e inmediatamente recibió el llamado de
los Anniston Steelers (acereros) equipo semi profesional de Alabama, equipo de
categoría inferior al de los Turistas. Ty Cobb llamó a su padre para consejo y
este le dijo: “Tómalo hijo y déjame decirte una cosa: no vuelvas a casa
convertido en un perdedor” estas palabras tuvieron un fuerte impacto en el joven
Ty, quien desde entonces se convertirá en un fiero competidor, altivo y
orgulloso, siempre en busca del éxito y del triunfo.
Ty
Cobb aceptó jugar para los Steelers, con contrato de cincuenta dólares
mensuales. Fue entonces cuando Ty Cobb dio muestras de su genialidad, no solo
en el terreno de juego. Como Ty sabía que la promoción de un jugador era clave
para su descubrimiento, escribió un montón de cartas, firmadas con diferentes
nombres, dirigidas al director del Atlanta
Journal, periódico importante de Georgia, en dichas cartas, los supuestos
autores, le relataban a Gartland Rice, director del periódico, acerca del
talento descollante y las habilidades fuera de serie de las cuales un muchacho
llamado Cobb hacía gala en una Liga semi-profesional. Eventualmente Rice
escribió acerca de ese muchacho en su periódico y para el mes de agosto, los
turistas lo llamaron de vuelta al equipo.
En el spring training de 1905, el equipo de la
joven Liga Americana, los Tigres de Detroit, tenían conocimiento de Cobb y
estaban interesados en él, por lo cual acordaron dos juegos de exhibición con
los Turistas, con la promesa de firmar a uno de los jugadores de los Turistas.
Durante esos juegos el joven Cobb dejó buena impresión en los Tigres, pero no
lo firmaron aun, pues estaban concientes de que le faltaba madurar. Ese año
1905 fue fatal para los Turistas, quienes eran de los peores equipos en su liga
y Ty Cobb además estaba jugando sin inspiración. En julio de ese mismo año
Anthony Leidy se convirtió en el nuevo manager de los Turistas y aconsejó a
Cobb, diciéndole que desperdiciaba su talento y para enseñarle como
aprovecharlo al máximo, Leidy le enseñó a Cobb los puntos más finos del juego y
rápidamente Cobb se convirtió en el mejor bateador de la Liga y Detroit y los
otros equipos de las Grandes Ligas lo comenzaron a monitorear.
Momentos
que cambian vidas.
La
vida de todos los personajes célebres, siempre tienen un punto temporal en el
cual las vidas cambian, se transforman y definen para siempre el carácter de
estas personas. En Simón Bolívar, por ejemplo, la muerte prematura de su esposa
fue decisiva en su decisión posterior de dedicarse a la política; la muerte de
las madres de John Lennon y Paul McCartney, cuando estos tenían dieciséis años
de edad, quizás determinó en ambos el deseo de ser artistas y la muerte de la
madre de James Joyce marcó para siempre la obra de este.
Los
beisbolistas no escapan a esto y en agosto de 1905 ocurrió en la vida de Ty
Cobb una tragedia que influyó en su carácter y manera de ver su vida propia y
de los demás y quizás formó dentro de su alma, aquella chispa incontenible que
lo movió a conseguir todo lo que se propuso conseguir.
En
la noche del ocho de agosto de 1905 W.H Cobb (su padre) había dejado su casa
avisándole a su esposa que iría a la granja de la familia y que no regresaría
esa noche. El padre Cobb sospechaba de la infidelidad de su esposa y su
intención era espiarla y así regresó más tarde esa misma noche, con una
pistola, en caso de que sus sospechas terminaran siendo ciertas. Un poco
después de media noche, William Cobb saltó por el techo de la entrada y se
acercó a la ventana de la habitación de su esposa. Lo que pasó luego
exactamente se desconoce, pero Amanda Cobb disparó dos veces contra su esposo,
matándolo. Ella declaró que lo confundió con un ladrón, pero la evidencia
física en el lugar de los hechos no respaldaba su versión, por tal razón un
juez la hizo apresar bajo el cargo de “homicidio involuntario”. Un jurado la llevó
a juicio, pero eventualmente fue absuelta el 31 de marzo de 1906.
Después
de una semana de asuntos velatorios y de tomar las riendas de la economía
familiar, Ty Cobb regresó a su equipo. Antes de que agosto terminara el equipo
de los Tigres ejercieron su opción y firmaron a Cobb por 700 dólares. En
situaciones normales, este hecho habría sido todo un acontecimiento, ¡La
realización de un sueño!, pero la sombra de la tragedia aun flotaba sobre el
aun adolescente (tenía 18 años). Cobb luego dijo: “no me importó mucho, lo
único en que pensaba era en que mi padre nunca me vería”
Y
como dije antes, hay momentos que cambian vidas y al parecer este hecho fue el
causante de la agresividad posterior de Cobb, dentro del terreno del juego, ya
que el mismo lo justificó así: “Lo hice por mi padre. El nunca llegó a verme
jugar, pero yo sabía que el me veía, en algún lugar el me estaba viendo y no lo
podía decepcionar”.
Obviamente
aun flotaba sobre sí las palabras de su padre: “no regreses como un fracasado”
El
salto a las mayores: El nacimiento del anti héroe.
El momento de la firma de Ty Cobb. |
Ty Cobb cumplió el sueño de su
vida, cuando en la tarde del treinta de agosto de 1905, jugó su primer juego en
las mayores, defendiendo el jardín central de los Tigres de Detroit en juego
contra los Highlanders de Nueva York (hoy Yankees) y en su primer turno bateó
un doble contra el pitcher Jack Chesbro, quien tenía el récord para mas
victorias en una temporada en la Liga Americana (41, establecidos el año
anterior).
Ese
año Ty Cobb fue el jugador mas joven de las Grandes Ligas, jugó cuarenta y un
juegos ese año y bateó para 240 y fue firmado para el año siguiente por la suma
de 1500 dólares.
En
aquel tiempo era común que los jugadores tuvieran que pasar por un período de
novatada, es decir, que los novatos era fuertemente molestados por los
jugadores ya veteranos, quienes se burlaban de ellos. Cobb no tomo esto con muy
buen humor, debido en parte a su estado de duelo aun vivo y porque era primera
vez que estaba fuera del sur y el trato que recibió no hizo más que gestar en
él resentimiento hacia sus compañeros de equipo, lo cual duró por muchos años.
Mas
tarde Cobb atribuyó su mal carácter al tipo de tratamiento que recibió cuando
era novato. Dijo: “Esos veteranos me convirtieron en un gato montés gruñón”
Tiempo
después Ty Cobb desarrolló un temperamento insoportble, extremadamente violento
y altivo, por lo cual sería reconocido mas tarde como el hombre mas odiado del
béisbol (incluso por sus propios compañeros), y también como el hombre más malo
que haya jugado en las grandes ligas, pero a pesar de todo, nadie podía negar
que era el mejor bateador de todos los tiempos.
El
bullying de sus compañeros no se limitó a su primera temporada, sino que
continuó aun durante el spring training de 1906, tiempo durante el cual la
mente de Cobb también estaba ocupada en el juicio de su madre. Eso no detuvo a
sus compañeros para seguirlo molestando: Cobb siempre encontraba sus gorras
cortadas y sus bates partidos. El mas tarde confesó que el bullying de sus compañeros
fue la “experiencia mas miserable por la que pasé en mi vida”
Mas
tarde, el entonces manager de los Tigres, Hughie Jennings admitió que los
jugadores veteranos de los Tigres escogieron a Cobb específicamente para abusar
de él y que incluso varios de ellos le solicitaron que sacaran a Cobb del
equipo a lo que el les respondía que Cobb se convertiría en una super estrella
y que por ningún motivo iba a permitir que Cobb saliera del equipo.
A
pesar de todos los problemas que Ty Cobb enfrentaba en ese entonces, con apenas
19 años, el superó en el spring training una dura competencia para convertirse
en el jardinero central de tiempo completo de los Tigres. Pero a mediados de
julio, el stress hizo mella en Ty Cobb, quien fue sacado de la alineación. Esta
profundamente acongojado, pero afortunadamente regresó a jugar en septiembre y
terminó la temporada con promedio al bate de 316 en 98 juegos.
Sam
Crawford, rivalidad interna
Todos
sabemos quienes son los líderes vitalicios en ponches, victorias, hits,
jonrones, pero pocos sabemos quien es el líder vitalicio en triples, pues ese
récord pertenece a Sam Crwaford, uno de los primeros sluggers del béisbol,
quien era el right fielder titular de los Tigres, cuando Ty Cobb arribó a las
mayores. Crawford terminó como líder vitalicio en triples con 309 y Cobb quedó
segundo con 295.
Fue
uno de los pocos veteranos que trató bien a Cobb. De hecho, Cobb confesó que
siempre recordaría su amabilidad. Hicieron pareja en el outfield de los Tigres
y Crawford sirvió como tutor a Cobb para enseñarle como partirle a los flies y
como sacar a los corredores de las bases, mediante asistencias. Además se
sucedían en el orden al bate.
Era
una buena amistad, Crawford era la estrella de su equipo y Cobb el novato
emergente, pero una vez Cobb tomo el lugar de la estrella máxima, se acabó la
amistad, pues Crawford le molestaba que por ejemplo. A Cobb se le permitiese
reportarse tarde al campo de entrenamientos o que a Cobb se le diera una
habitación privada cuando estaban de gira.
La
guerra entre ambos estaba declarada y era una rivalidad hirviente, como por
ejemplo, si en una tarde Crawford bateaba 4-3 y Cobb se iba sin hits, este se
enfureció y abandonaba el estadio, incluso antes de terminar el partido. Otro
ejemplo: cuando se reporto que Nap Lajoie había vencido a Ty Cobb en la carrera
por el campeonato de bateo en 1910, Sam Crawford telegrafió a Lajoie
felicitándole por vencer a Cobb.
Otra
curiosidad: Cobb alegaba que cuando estaba corriendo en las bases y Crawford
estaba bateando, este intencionalmente bateaba fouls para evitar que Cobb
robara. Crawford negó eso, alegando que Cobb “lo había soñado”, también se
quejó de Cobb porque era “un papanatas que nunca ayudaba a sus compañeros de
equipo”
Cuando
le preguntaban a Cobb la razón por la cual ambos se llevaban tan mal, Cobb dijo
que “era por celos. Yo considero que Crawford es tremendo jugador, pero es el
segundo mejor en los Tigres”
A
pesar de la relación difícil entre los dos, ellos desarrollaron una inusual manera
de comunicación no verbal mediante miradas e inclinaciones de cabeza mientras
ambos estaban en el sendero de las bases, convirtiéndose en una de las mas
célebres parejas para dobles robos en la historia de las mayores.
Lo
que nadie sabia y que se descubrió hasta la muerte de Ty Cobb es que este envió
muchas cartas a personalidades de Cooperstwon, en las cuales presionaba para
que Crawford fuese exaltado al Salón de la Fama. Crawford solo supo de esto
luego de la muerte de Cobb.
Sam Crawford junto a Ty Cobb, divirtiéndose con una cámara |
1907-1919:
Comienzo del Cobbian’s Game (Era Cobb)
En 1907 por primera vez en su carrera, la primera
de cinco, Ty Cobb se embazó alcanzando la primera, luego se robó segunda,
tercera y home en intentos sucesivos. Comenzaba ya a hacer uso del estilo que
lo caracterizará siempre: siempre agresivo e inteligente. Ese año Cobb se convertiría, en ese entonces,
en el pelotero mas joven en ganar un campeonato de bateo, a la edad de 20 años,
récord que permaneció hasta 1955, cuando el también Tigre Al Kaline ganó el
campeonato de bateo cuando era doce días más joven que Cobb en ese entonces.
Ese
año 1907 estuvo lleno de acontecimientos para el joven Cobb ya que lideró la
Liga Americana en bateo con 350, robos con 49, en hits con 212 y en carreras
remolcadas con 119, además fue pieza importante en la consecución del Primer
Campeonato de Liga Americana para los Tigres de Detroit y Cobb jugó un papel
importante, como él mismo declaró al final de su carrera, en 1930: “La mas
grande emoción que tuve en toda mi vida fue en un juego contra los Atléticos en
1907 (el 30 de septiembre)… ,los Atléticos nos tenían derrotados, con Rube
Waddell lanzando. Ellos nos ganaban por dos en el noveno inning, cuando
entonces yo bateé un jonrón que empató el juego. Este juego terminó en empate
luego de 17 innings, y unos pocos días después, nosotros ganamos nuestro primer
campeonato. Puedes entender lo que significó para mi, un muchacho campesino de
20 años batear un jonrón ante el gran Rube, en un juego de campeonato con dos
outs en el noveno.”
Los
tigres alcanzaron la Serie Mundial, la primera de tres en las que Cobb
participó, todas ellas consecutivas y todas ellas perdidas. En ese año 1907 los
Tigres perderían la Serie Mundial ante los Cachorros, con Ty Cobb teniendo una
actuación pobre. Los equipos en los que participó Cobb, generalmente eran de
una calidad inferior a él, el fue responsable en gran medida por muchas de las
victorias de los Tigres para ganar los campeonatos de la americana, pero ello
no fue suficiente en las Series Mundiales, ese sería el sino de Cobb, quien
reforzó su papel de anti-héroe al nunca formar parte de un equipo campeón y fue
este el único honor que podía obtener Cobb y que nunca logró. Un campeonato de
Serie Mundial no es algo que un jugador puede lograr por sí solo, es un trabajo
en equipo y quizás Cobb habría servido de inspiración a sus compañeros de
equipo para ganar aunque hubiese sido una sola vez, pero lejos de inspirar
ejemplo a seguir en sus compañeros, Cobb era profundamente odiado.
En
17 juegos de Series Mundiales en las que Cobb participó, dejó un extraño e
inusual average de 262, con 9 carreras remolcadas y apenas cuatro bases
robadas.
En
1908 Cobb comenzó también con su largo historial de controversias. Ese año se
casó con Charlie Lombard, un matrimonio que habría estado ausente de
controversias de no haber sido porque Lombardi era la heredera de una fortuna
de 300 mil dólares y porque para casarse con ella Ty Cobb abandonó su equipo,
en plena carrera por el Campeonato de la Liga Americana. De todas maneras,
cuando Cobb se reincorporó ayudó a los Tigres a ser representantes de su Liga
nuevamente, superando a los Medias Blancas de Chicago. Los Tigres perdieron
nuevamente en cinco juegos antes los Cachorros de Chicago, el último título
hasta hoy alcanzado por los oseznos.
Ese
año de 1908 Cobb ganó nuevamente el título de bateo con 324 de average, y
lideró la liga en impulsadas 108, slugging 475, hits 188, dobles 36 y triples 20. Pero
también su carrera se vio manchada por escándalos que vincularon su
temperamento: ese año tuvo una pelea con uno de los trabajadores de
mantenimiento del estadio de los Tigres y cuando la esposa de éste intentó
intervenir, Cobb casi la mata ahorcándola. Ese mismo año fue arrestado por
haber peleado en un ataque de ira contra un automovilista a raíz de un
accidente.
En
1909 Cobb se consolidó en su estatus de estrella en el mundo de las grandes
ligas. Tuvo la temporada más dominante por pelotero alguno hasta ese entonces:
dominó casi todos los departamentos ofensivos y estuvo entre los diez primeros
en la mayoría de ellos, ganó la triple corona con average de 377, 108
impulsadas y 9 jonrones, todos ellos dentro del parque, convirtiéndose así en
el único jugador en ganar un campeonato de jonrones en el béisbol moderno,
siendo todos ellos dentro del parque, también lideró la liga en sluggins: 517, anotadas
116, bases robadas: 76 y hits: 216. Lideró a los Tigres a su tercera Serie Mundial,
esta vez ante los Piratas de Pittsburgh, en lo que fue la primera Serie Mundial
que terminó en siete juegos y también marcó el enfrentamiento entre los dos más
grandes bateadores por liga en aquel tiempo: Cobb y Wagner, por los Piratas.
Wagner se reivindicó de su mala actuación en la Serie Mundial del 1903, y
venció a Cobb. Esa fue la última aparición de Cobb en Series Mundiales, en ese Serie
Mundial Cobb bateó 231 y su punto máximo llegó en el segundo juego cuando Cobb
se robó el home comenzando un rally de tres carreras.
Ty Cobb barriéndose en tercera, mostrando la agresividad que lo caracterizaba |
Hasta la próxima
Por Alex Ulacio
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Grandes del Béisbol
Venezolano, beisbolista frustrado y aspirante a escritor. Me gradué de Soñador Profesional en la Universidad de los Inútiles, actualmente realizo mi maestría en Persecusión de Ideales. Amante de los libros y el rock. Cuando no ando escribiendo, estoy pensando en lo que escribiré.
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