El mundo del béisbol federado vivió recientemente una de las mejores noticias en tiempo reciente, en mi opinión. Y no, no es la re-inclusión del deporte en los Juegos Olímpicos sino algo más importante: por primera vez y siguiente el ejemplo del cricket con las Indias Occidentales, uno de las regiones menos desarrolladas en el béisbol pero la de mercado más atractivo, Europa, será representada por un solo equipo y retarán a Japón en marzo a una serie de dos encuentros pautados para el 10 y 11 del venidero mes y no en cualquier escenario sino en el legendario Tokio Dome y frente a 55 mil personas. 

El anuncio fue hecho el pasado cinco de febrero por Ricardo Frecari, el presidente de la Confederación Mundial de Béisbol y Softball en su sede en Lausana, Suiza. Esto marca el primer paso hacia un nuevo formato  en las competiciones internacionales del béisbol. Es no la primera vez en el mundo deportivo que una región es representada por solo una escuadra: en cricket, un deporte de presencia internacional al mismo nivel que el béisbol, las antiguas colonias británicas en el Caribe y Sudamérica juegan bajo el nombre de Indias Occidentales, ya que ninguno de esos países igualaría individualmente el nivel de selecciones potencia como Australia y Nueva Zelanda. Las Indias Occidentales han ganado dos Copas Mundiales de Cricket y la fórmula podría ser exitosa en béisbol también.

El uniforme y el logo del equipo Europeo aun se encuentran en desarrollo. Steve Janssen,  manager de la selección nacional holandesa, ha sido designado como el manager de la escuadra. Japón será dirigido por Hiroki Kirobu y será un equipo compuesto por grandes figuras de la pelota local. La calidad de cada roster y el escenario prometen el éxito a este evento sin precedentes.

Las intenciones son buenas, sin embargo, en mi humilde opinión, un equipo Europeo de béisbol ayudaría a la aceptación y seguimiento del deporte en el continente si se toman dos decisiones: una, excluir jugadores de Holanda e Italia de formar parte del equipo, de hecho entre ambos países suman el 74% de los jugadores, por tanto los otros 41 países europeos no tendrán una representación importante como para sentirse conectados con el equipo y dos, limitar el número de jugadores inmigrantes que jugarán por Europa. Por ejemplo, la mayoría de los representantes de Holanda, son curazoleños, no nacidos en Europa; Alemania tiene dos jugadores en el roster pero  uno de ellos es norteamericano (Luke Sommers); el único jugador francés, Owen Ozanich solo nació en Francia ya que es criado en Estados Unidos; de los cuatro jugadores que “aporta” España, ninguno es nacido en Iberia ni criado en ella. Siempre lo he dicho, los habitantes de un país nunca sentirán afecto por un equipo que juegue en nombre de él si sus compatriotas nacidos y criados allí no juegan. 

De todas formas, le deseamos la mejor de las suertes a este proyecto y que sea un evento que se realice anualmente y ayude al desarrollo del béisbol en Europa.